lunes, 24 de octubre de 2016

Guillermo Pardini - Basura

Caminar por la Ciudad de Buenos Aires puede ser una experiencia enriquecedora.
La basura aparece como una constante en el recorrido, transformándose en el único elemento repetido sea cual fuere el trayecto que realicemos. Papelitos, papeles, botellas, bolsas y hasta cosas mas contundentes son dejadas o arrojados a la vía pública sin el menor remordimiento.
Los otros días,  el paro de camioneros sirvió para dejar al descubierto aun más este tema.
Una larga caminata por la zona céntrica dejó como resultado encontrarme con enormes montañas de bolsas, cajas y otras yerbas que se apilaban en cada esquina a la espera del milagro que las haga desaparecer. Pero eso no pasa y no va a pasar nunca. La basura no se va sola. Al contrario. Se reproduce.
No importa si hay alerta meteorológico, si hay pronóstico de lluvia o se viene un temporal. La gente saca la basura de su casa, oficina o negocio sin importarle demasiado si esta bien o mal lo que hace o donde la deja.
Quién de nosotros no ha sido sorprendido por un automovilista que, aprovechando la detención en un semáforo, vacía el contenido del cenicero o se desprende de esa botella de gaseosa vacía en medio de la calle.
Lo interesante del tema y que merece un verdadero estudio es ese comportamiento despectivo de los ciudadanos.
Ellos que son los primeros en quejarse de a mugre que hay en la calle.
Ellos que se viven quejando de todo.
Ellos…. o sea NOSOTROS.
Porque la basura que sacamos es nuestra, pero no nos hacemos cargo. Una vez que la sacamos afuera no nos pertenece.
La mugre es del otro. La culpa es del otro.
Y este mismo comportamiento ocurre, entre otras cosas con la televisión.
Vivimos quejándonos de sus contenidos. De que es sensacionalista, chabacana, grosera y etc, etc, etc… O sea, una auténtica porquería.
De lo que no nos hacemos cargo es que, como en la ciudad donde vivimos, nosotros somos responsables de “esa basura” que vemos y tanto criticamos.
Si, ya se que estarás pensando que vos no sos el Gerente de Programación de ningún canal para decidir que poner al aire y que no. Eso ya lo se. Pero tu decisión a la hora de elegir que ves y que no pesa. Influye.
Si vos elegís algo de lo que después te quejas, no le eches la culpa a otro.
No saques “tu basura” afuera. Hacete cargo.
Porque vos sos responsable de que en la tele haya una montaña de desperdicios o programas de calidad.