lunes, 24 de octubre de 2016

Guillermo Pardini - Escandalosas

La verdad es que no me interesa hablar en este momento de la obra de Moria Casan y Carmen Barbieri. Pensaba fundamentalmente en esa gente que se gana la vida haciendo un escándalo de cualquier cosa. Con razón o no.En los últimos días tuvimos un claro ejemplo. Nazarena Vélez volvió a los medios enojadísima.
Esta vez la furia no era contra Daniel Agostini, el padre de uno de sus hijos, sino contra Flavia Palmiero.
Al parecer Barbarita, su hija adolescente, fue “invitada” a retirarse de la casa que la conductora tiene en Barrio Parque.
Esto generó la ira de la blonda que aprovecho cuanta cámara o micrófono se le cruzara para despacharse a gusto contra la ex de Franco Macri.
Este mecanismo utilizado por Naza, es muy común en nuestro medio. Cada día más habitual, lamentablemente.
Y hoy no hace falta contar específicamente con la colaboración de un medio de comunicación.
Las redes sociales también sirven para que famosos y desconocidos destilen su enojo sin filtros. Diciendo cualquier barbaridad, sin importar si se tiene razón o no y sin medir el alcance de sus dichos.
Eso si, cuando algo así les sucede a ellos, se acuerdan de que tienen hijos, padres, una familia….y un buen nombre que cuidar.
Estar al acecho de cualquier oportunidad para destilar el odio acumulado, no te realiza como ser humano.
Aunque al parecer algunos piensen que si.
Es una verdadera pena que quienes deberían dar el ejemplo a través de los medios de comunicación masivos no lo hacen.
Creo que mas de un psicoanalista podría hacerse un festival con la psiquis de estos seres que necesitan estar en los medios a cualquier precio. Transformando su vida en un reality y en donde cualquier pequeño detalle de la vida cotidiana merece ser amplificado a los cuatro vientos.
Sucede después, que estos mismos personajes tiene algo real y dramático para contar, pero el público, acostumbrado a sus derroteros mediáticos empieza a desconfiar o directamente no les cree.
Y es así como se termina repitiendo la sabia fábula de Esopo, aquella que cuenta la historia del pastorcito Pedro y el lobo.