lunes, 24 de octubre de 2016

Malas Noticias - Guillermo Pardini

Cada día que pasa, me resulta mucho mas difícil mirar un noticiero por televisión. Y eso que trato y le pongo garra, pero no. A los 15 o 20 minutos debo hacer zapping.
Algunas veces es por una cuestión de protección básica para mi pequeña hija, que con sus 6 añitos no debe soportar esta catarata de detalles en las noticias policiales. Otras veces es por aburrimiento. No puede ser que una nota policial tenga una cobertura en vivo de más de 10 minutos. ¿qué es lo que esperan? ¿Acaso los empuja el secreto impulso de resolver el caso, o es que el morbo sigue funcionando y dale que va, seguimos hasta que el muerto resucite?
Quizás sea que me estoy poniendo viejo, tengo menos pulgas y me quejo de todo. O tal vez, sea que los noticieros se han transformado en un show de NO noticias.
¿Es realmente importante mostrar todos los días algún video rescatado de Internet?
¿Cambiará el curso de las cosas esa noticia eteeeeeeernaaaaaaa del nacimiento de un osito Panda en Lomasdelorti?
¿Qué me están queriendo decir?
¿Qué es lo que me están escondiendo?
Algunos le echan la culpa a IBOPE y a las mediciones del rating. Dicen que en Estados Unidos hubo una época maravillosa en la que no había registro de la audiencia y los noticieros se limitaban a informar, con las diferentes tendencias, matices y calidad de cada canal, pero definitivamente daban noticias. Pero parece ser que todo se fue al Demonio cuando se permitió registrar el rating, como cualquier otro programa. La noticia paso a ser un show, y del show pasamos a la exhibición de las miserias.
¿Sería esa la solución?
¿Podríamos dejar de medir los noticieros para lograr un mejor producto? Lamentablemente creo que no.
Ojalá me equivoque y vengan tiempos mejores.
Ojalá la calidad le gane al rating... creo que si ese día llega por fin, volveré a creer. Volveré a sentirme un niño y dejaré mis zapatos en la ventana a la espera de los Reyes Magos.